El 2 de diciembre de 2020, en el marco del acto anual del Instituto 9 de Mayo y el Premio 9 de Mayo, destacando el impacto positivo en la construcción europea del Programa Erasmus y su ejemplar desarrollo por parte de las universidades valencianas, hemos querido honrar también a Manuel Marín (1949-2017) como el artífice de esta movilidad europea en 1987.
Así, este acto se ha convertido en todo una lección a cargo del director de la Representación de la Comisión Europea en España D. Francisco Fonseca, del Prof. Alberto Arrufat, y de Dª Carmen Ortiz, viuda del Sr. Marín.

Discurso de Francisco Fonseca
En primer lugar, el director de la Representación de la Comisión Europea en España expresa su aprecio por Manuel Marín y resalta la importancia del legado de Marín, quien logró posicionar a España en el centro de las discusiones europeas. Resalta especialmente el valor que Marín demostró al defender un proyecto tan crucial como ha resultado ser la movilidad Erasmus. Dicho éxito no sería posible sin las virtudes de Marín y su defensa del interés general.
Discurso de Alberto Arrufat
En esta presentación, se cuenta la relevancia de la educación en la construcción de la Unión Europea y la evolución que experimentó. Se revisitan las etapas históricas, comunitarias desde un enfoque primariamente económico hacia la educación, hasta llegar a la formulación de políticas más integradoras, incluyendo el ámbito educativo. Este proceso se ha visto favorecido por iniciativas como el programa Erasmus, que fomenta la movilidad y el intercambio académico entre universidades. Además, se analizan los impactos económicos y sociales de esta movilidad y el papel esencial que juegan los estudiantes internacionales en la creación de entornos académicos dinámicos y diversos.
Discurso de Carmen Ortiz
Se trata de un relato muy completo y hasta íntimo, desde la perspectiva de la compañera vital de Manuel Marín, sobre su vida, logros y decepciones. Parte de un reconocimiento emotivo hacia su figura, contando de primera mano sus vivencias, especialmente desde que se convirtió en el primer Comisario europeo procedente de España en 1986 hasta ejercer la presidencia de la Comisión en 1999. A lo largo de su carrera, enfrentó muchos retos, especialmente en el contexto político de los años 80 y 90, cuando España negoció su adhesión y luego se renovaron los tratados e introdujeron nuevas políticas. En su última etapa, tras presidir el Congreso de los Diputados entre 2004 y 2008, se retiró de la política activa pasando a presidir la Fundación Iberdrola y desarrollando programas educativos. El legado de Marín, afectado en sus últimos años por la lucha contra el cáncer, se presenta como un ejemplo de compromiso y perseverancia en el servicio público.