El Instituto 9 de Mayo toma su nombre como resultado de una reflexión, por una parte, sobre la insuficiente reivindicación del Día de Europa como símbolo de la Unión Europa y, por otra parte, sobre el clivaje sociopolítico que tiene lugar en Europa sobre esta fecha. En efecto, países como Moldavia se debaten entre su pasado, por el que el 9 de mayo es una celebración de la victoria militar soviética sobre la Alemania nazi, y su expectativa de futuro europeo, por la que el 9 de mayo es una celebración de paz política y unidad.
Fue en 2018 cuando las trayectorias cívicas de Andreu Yakubuv y Pablo Gil confluyen y ambos se plantearon de qué manera podían contribuir, desde Valencia, al desarrollo de la ciudadanía europea. La respuesta está en la voluntad de aportar a los «esfuerzos creadores» emprendidos con la Declaración Schuman.
Un elemento distintivo de esta entidad que acabaron fundando con la forma jurídica de asociación sin ánimo de lucro, es el lema adoptado: «Europa no es un lugar, sino una idea». La frase fue extraída de la obra Questions de principe V de Bernard-Henri Lévy (Biblio-Essais, 1995, p. 234).
Entre las primeras iniciativas del i9M fue establecer el Premio 9 de Mayo. El propósito era destacar esfuerzos individuales y colectivos que, desde la cotidianidad de nuestra sociedad, suponen la construcción del futuro, mejorando las oportunidades presentes, y de la propia idea de Europa. De las tres ediciones de estos reconocimientos (2019, 2020 y 2021), cuya continuidad no ha prosperado tras la pandemia, la segunda fue la más ambiciosa, al contar con un jurado de 27 integrantes reunido como el Consejo del Instituto 9 de Mayo.
En ese Consejo participaron valencianas y valencianos con vocación europeísta de distinta procedencia. Entre ellos, tres catedráticos Jean Monnet: Susana Sanz (Universidad Cardenal Herrera CEU), Alfredo García (Universidad de Valencia) y Alberto Arrufat (Universidad Católica de Valencia). También del mundo universitario, Clara Portela (Instituto de Estudios de Seguridad de la Unión Europea), José Landete (UV y Fundación Vives), Igor Tkachenko (Universidad Politécnica de Valencia) y Pilar Pozo (Instituto de Derechos Humanos UV). Además, cuatro de los profesores e investigadores eran de la generación más joven: Lydia de Tienda (Universidad Complutense de Madrid), Thomas Kruiper (Instituto de Empresa y Universidad Europea de Valencia), así como Jorge Castellanos (UV) y Luis Robledo (UV). Asimismo, se contó con tres abogados ejercientes: Andrés Goerlich (presidente de la Fundación Goerlich), Amparo Matíes (presidenta del Club de Encuentro Manuel Broseta) y Josu Bonet (secretario de la Junta autonómica de UNICEF). Buscando su vínculo con alguno de los fines estatutarios de la entidad, en el punto de Turismo figuró Evarist Caselles y, en el de Igualdad, Anaïs Menguzzato. Entre los que aportaron la visión económica y comercial estaba Rafael Escamilla (SG de la Asociación Española de Agencias de Desarrollo Regional). Por otra parte, para reforzar la perspectiva del Tercer sector, se contó con Amparo Sánchez (presidenta de honor de la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia y del Centro Cultural Islámico de Valencia), Nacho Grande (director de Cáritas Diocesana), Clara Arnal (presidenta de la Fundación Juntos por la Vida), así como los activistas Carles López Cerezuela, Paco Sanz y Ana Tomás. Las temáticas de juventud y participación fueron representadas por Raúl Almarcha (exgerente del Consejo Valenciano de la Juventud), Miguel Vargas-Rodríguez (vocal del Consejo de la Juventud de España) y Benjamín Velasco (presidente de la Asociación Valenciana de Estudiantes). Puntualmente, como jurado del Premio 9 de Mayo 2020, participó también Cecilio Tamarit (Centro de Documentación Europea UV).
Todos ellos, amigos de nuestra entidad, coincidieron con los socios que entonces asumían la responsabilidad de gestionarla: África Bertrán, Gustavo Zaragoza, Irina Chudoska y Luis María Sancho.
En aquella época, el i9M tenía establecida su oficina en el edificio núm. 4 de la calle de la Universidad, en el centro de Valencia junto a La Nau.
Al cabo de los años, la interrelación entre la Comunidad Valenciana y la Unión Europea, así como en el diálogo y colaboración con los europeos cuyos países todavía no forman parte de la UE, junto a la promoción del modo de vida europeo y, más tarde, la imperante necesidad de proteger Europa, han conformado los intereses temáticos del Instituto 9 de Mayo.
Entre los grandes pendientes institucionales, recuperar de nuevo el Premio 9 de Mayo, que ha quedado como nuestra marca registrada.