¿Alguna vez has escuchado el Himno europeo, la «Oda a la Alegría», interpretado con dulzaina y tabal? En 2024, por el Día de Europa, desde el Instituto 9 de Mayo (i9M) organizamos tal interpretación pública en la capital del Turia, con la colaboración de dos instrumentistas valencianos. La vivencia de esta clase de fusiones identitarias es una de las características definitorias de nuestro proyecto ciudadano.
En efecto, la impronta valenciana de esta organización europeísta viene marcada por las personas que la promovemos: ser valencianos es nuestra forma de ser españoles y europeos. Ahora bien, con la vocación cívica que modestamente ejercemos por este medio se pretende incidir sobre Europa trascendiendo límites territoriales.
Por un lado, concebimos a la Europa extensa, que supera los confines actuales de la Unión Europea, al reunirnos aquí personas que conocemos muy de cerca las sensibilidades también de los extremos meridional y oriental del continente.
Por otro lado, hablamos de Europa como idea, poniendo el acento en algo que está por construir, sobre todo en el seno de las instituciones, y quizá incluso por soñar, especialmente entre la ciudadanía.
En definitiva, con nuestra nombre ya indicamos la voluntad de seguir desarrollando el espíritu de la Declaración Schuman.
¡Acompáñanos!
Nos significamos en esta fecha como una seña de identidad europea y abogamos por su establecimiento como festivo no laborable.
Apoyamos el afán de superación que esta nuestra imperfecta UE requiere para ser cada vez más «organizada y dinámica», como proyectaba la Declaración Schuman.
Procuramos acciones divulgativas, socioculturales y académicas que fomenten la práctica de los valores y del modo de vida europeos.
El Día de Europa, el 9 de mayo, en honor a la Declaración Schuman de 1950, es uno de los símbolos oficiales de la Unión Europea.
La diversidad de nuestras sociedades y la atención al pasado motivan las resoluciones del Parlamento Europeo sobre la conciencia histórica (2024) y sobre la memoria histórica para el futuro de Europa (2019).
La adaptación al futuro y la preparación para una Unión ampliada requieren de reformas que garanticen la «promesa original del proyecto europeo», a la que hace referencia la Declaración de Granda (2023).
El Estado de derecho, los intereses de los consumidores, la gestión migratoria, las diversas emergencias y la agresión rusa como amenaza global, entre otras, encierran grandes retos para la salvaguarda del modo de vida europeo.
La UE y sus actores refuerzan su compromiso con restablecer al país vecino agredido las bases de un Estado libre y próspero, vinculado a los valores europeos e integrado en la economía europea.